Torres de Albanchez




La mayor parte de su municipio está incluido dentro del Parque Natural y en él las pequeñas corrientes fluviales que discurren por la superficie municipal llevan directamente sus aguas al Guadalimar o desembocan antes en un afluente suyo, el Río Onsares. Está enmarcado por macizos calizos que acumulan aguas que dan origen a las numerosas fuentes que desde el contacto entre las arcilla y las calizas alimentan arroyos. Un 60 % de la superficie está cubierta por cultivos agrícolas. En las zonas más bajas, a unos 700 m de altitud, se observan con frecuencia encinas aisladas o formando pequeños bosquetes muy aclarados. En sus zonas más altas el paisaje está dominado por pinares que ocupan la cuarta parte del término municipal.
Todo el fondo suavemente alomado del valle está poblado de olivares que se remontan en las solanas hasta los 1.000 m y más. Sobre el paisaje del valle destacan las numerosas aldeas que se disponen regularmente festoneando la zona arcillosa en sus bordes superiores. Junto a las fuentes y en torno a ellas se observa la presencia de tradicionales huertos de cultivos de autoconsumo. La ocupación de la zona es remota, como lo prueban los restos neolíticos encontrados en la Cueva de los Caballos.
Una extensa muestra de restos arqueológicos, demuestra la presencia y colonización del territorio desde el Paleolítico medio. Bien representada está la Edad del Bronce en el asentamiento conocido como El Golillo o Cerro Mahón. Otros restos corresponden a la época ibera y dominación romana. Sobre su pasado islámico no se conservan indicios. Tan sólo que fue conquistada a los musulmanes en 1.235, integrándose el lugar y su castillo dentro de las posesiones de la Encomienda de Segura perteneciente a la Orden Militar de Santiago.
 El Castillo de la Yedra, hoy prácticamente derruido y dominando el cerro en el que se asienta la población fue mandado destruir por el Comendador de Segura, Don Rodrígo Manrique, para evitar que fuese tomado durante las incursiones de los árabes. En 1.383 ya se apreciaban los primeros indicios de su repoblación, otorgándole Segura una dehesa por doblamiento del lugar o por la presencia de pobladores. Es en 1.552 cuando Torres de Albanchez consigue la segregación de Segura de la Sierra, otorgándole Felipe II el título de villa. En el centro del pueblo se conserva una imponente Torre del Homenaje junto al Ayuntamiento y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Presentación que se empezó a construir en el siglo XVI.
En el pueblo de Torres de Albanchez existió un pequeño castillo medieval sobre un promontorio rocoso, remodelado en el siglo XV para hacer frente a los efectos de la artillería. De aquel castillo urbano se conserva solo la imponente Torre del Homenaje cuadrada, de casi 12 m de altura y más de 11 m de lado, construida en mampostería careada en pequeñas hiladas, con las esquinas redondeadas por piezas de sillería dispuestas a soga y tizón, como era habitual en las construcciones santiaguistas. El recinto exterior presenta planta irregular con dos cubos macizos en sus esquinas dispuestos en talud. Enel interior se estructura en tres pisos: en el más bajo hay un aljibe yen los dos superiores, utilizados como residencia, la planta se divide,mediante un muro central, en dos mitades cubiertas por bóvedas de cañónapuntadas y muy rebajadas. Se ascendía a los sucesivos pisos a travésde una escalera que va rodeando la torre. Tal vez contara con unacuarta planta, actualmente desmochada.
 La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Presentación fue construida en dos momentos, por un lado la nave y portadas fueron levantadas en el siglo XVI, construida sobre las ruinas de una ermita antigua; y de otro, la cabecera, añadida entre finales del XVII y principios del XVIII. De planta rectangular con una sola nave está dividida en cuatro tramos que cubren bóvedas de medio cañón con arcos seudofajones. El coro está situado en alto, protegido por una baranda de madera. Un arco toral de medio punto da acceso a la sacristía. Paulatinamente se han ido perdiendo mansiones señoriales de interés cultural como la llamada Casa del Mayorazgo. Fuera del pueblo se encuentra la Ermita de la Virgen del Campo. Situada en un entorno rico en fuentes y arbolado, en ella se realiza la romería del "Ocho de Torres", fiesta muy popular en la Sierra de Segura, y cuyo origen hay que buscarlo en la antigua tradición por la que cada 8 de mayo la Virgen del Campo era traída desde la Iglesia Parroquial hasta la ermita donde habría de permanecer hasta el 8 de Septiembre, día en el que retornaba de nuevo a la Iglesia.
Aldeas. Fuente Carrasca, Los Maridos, La Hoya, Los Morachos, Fuenmujer y Fuenfría. www.cazorlaseguraylasvillas.com/index.php?option=com_frontpage&Itemid=1
               



Torre del Homenaje( desde su interior y su techo)
En el centro del pueblo, junto a la iglesia y el ayuntamiento, se conserva una imponente Torre del Homenaje. Cuadrada, de casi doce metros de lado, está construida con mampostería careada en pequeñas hiladas y con las esquinas reforzadas por piezas de sillería dispuestas a soga y tizón, como era habitual en las construcciones militares de la Encomienda de Santiago en la primera mitad del siglo XIV. El recinto exterior, integrado por muralla y cuatro cubos macizos que protegen las esquinas, es un añadido del siglo XV pensando ya en las reformas que imponía el reciente perfeccionamiento de la artillería.
Interiormente su piedra está más cuidada y se estructura en tres pisos: en el más bajo hay un aljibe y en los superiores su planta se divide, mediante un muro central, en dos mitades cubiertas por bóvedas de cañón apuntadas y muy rebajadas. Se asciende a los sucesivos pisos a través de una escalera interior que va rodeando la torre. Es posible que tuviera una tercera planta de la que tan sólo se conservan algunos indicios.
Esta torre del homenaje del antiguo castillo fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985.

































       Cima del Castillo de Torres de Albanchez




Castillo de la Yedra
El primitivo emplazamiento de Torres de Albanchez no coincide con el actual, sino que se localiza en un montículo cercano defendido por el Castillo de la Yedra –ya derruido pero del que se conservan algunos vestigios–, que fue tempranamente conquistado por las tropas cristianas de Fernando III, quien lo cedió en 1235 a la Orden de Santiago.
Este antiguo asentamiento aún conserva restos de muros de mampostería, estructuras defensivas y aljibes, excavados en la misma roca, que fueron edificados en distintas épocas. Posiblemente el origen del mismo pueda relacionarse con el asentamiento de una comunidad hispanovisigoda, que tras abandonar las vegas del río Guadalimar entre los siglos V y VII, se estableció en este punto estratégico de la Sierra de Torres de Albanchez, definido por una orografía muy accidentada que facilitaba su defensa. Tras la conquista musulmana este asentamiento fue utilizado como castillo-refugio por los vecinos de diversas alquerías o aldeas que habitaban las tierras bajas del valle del Guadalimar. No obstante, una vez integrado en el señorío de la Orden de Santiago, entró en crisis, sobre todo al favorecer y potenciar la propia orden el desarrollo y el poblamiento de otro núcleo situado en una zona menos abrupta, el actual Torres de Albanchez, que inmediatamente fue dotado de una sólida fortaleza.
El Castillo de la Yedra fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.
                                    CUEVA DE LOS CABALLOS



                                           Torre del Homenaje
Torre del Homenaje
En el centro del pueblo, junto a la iglesia y el ayuntamiento, se conserva una imponente Torre del Homenaje. Cuadrada, de casi doce metros de lado, está construida con mampostería careada en pequeñas hiladas y con las esquinas reforzadas por piezas de sillería dispuestas a soga y tizón, como era habitual en las construcciones militares de la Encomienda de Santiago en la primera mitad del siglo XIV. El recinto exterior, integrado por muralla y cuatro cubos macizos que protegen las esquinas, es un añadido del siglo XV pensando ya en las reformas que imponía el reciente perfeccionamiento de la artillería.
Interiormente su piedra está más cuidada y se estructura en tres pisos: en el más bajo hay un aljibe y en los superiores su planta se divide, mediante un muro central, en dos mitades cubiertas por bóvedas de cañón apuntadas y muy rebajadas. Se asciende a los sucesivos pisos a través de una escalera interior que va rodeando la torre. Es posible que tuviera una tercera planta de la que tan sólo se conservan algunos indicios.
Esta torre del homenaje del antiguo castillo fue declarada Bien de Interés Cultural en 1985.







IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Presentación, cuya fábrica se empezó a construir en el siglo XVI, se alza en la plaza pública del municipio. Su planta es rectangular, con una sola nave, dividida en cuatro tramos que cubren bóvedas de medio cañón con arcos pseudofajones. El coro está situado en alto, a los pies, protegido por una baranda de madera labrada. Un arco toral de medio punto indica el acceso a la sacristía, situada en el lado del Evangelio. La cabecera, de base cuadrada, se le añadió en el siglo XVII.
En su exterior domina la mampostería, salvo en los contrafuertes. La portada es obra de cantería del siglo XVI y abre con arco de medio punto con arquivoltas que apoyan sobre sálmeres y jambas despiezadas. Va enmarcada por estilizadas columnas sobre basamentos, coronadas por capiteles renacentistas, que sostienen una moldura que hace las funciones de cornisa y la separa del tejado. La torre, construida en el siglo XX, es lo menos valioso y no queda integrada en el conjunto del templo.

ERMITA VIRGEN DEL CAMPO
Siglos XVI-XVIII

Esta ermita está situada en el campo, en un entorno rico en fuentes y arbolado, y en ella se realiza la romería del "Ocho de Torres", fiesta muy popular en la comarca, y cuyo origen hay que buscarlo en la antigua tradición por la que cada 8 de mayo la Virgen del Campo era traída desde la Iglesia Parroquial hasta la ermita donde habría de permanecer hasta el 8 de Septiembre, día en el que retornaba de nuevo a la Iglesia.
En 1.235, gentes procedentes de Navarra, de Aragón y de Castilla, acompañados por Clérigos, Militares del Monasterio de Uclés, al mando de fray Pelayo Pérez Correa, Maestre de la de la Orden de Santiago, con el beneplácito del Rey Fernando III El Santo, forzaron la capitulación del castillo árabe de Torres, el Castillo de la Yedra.
En acción de gracia, los nuevos conquistadores fundaron una ermita "sobre una Peñas altas e Agras", a legua y media de distancia, junto al camino viejo de Torres a Villarrodrigo, "La ermita antigua" según consta en un documento fechado en la villa de Torres el día 6 de diciembre de 1.575. Esta ermita construida en la etapa de la Reconquista, ha sido recostruida varias veces a lo largo de los siglos.
La tradición oral dice que la Virgen del Campo fue hallada por un pastor al pie de una encina. Próximo al lugar de la parición, situado entre el Cortijo de la Ermita y el Cortijo de Máximo, junto al camino Real de La Mancha, en el siglo XVI se levantó una nueva ermita para perpeturar en misterio de la aparición.
La nave y portadas fueron levantadas en el siglo XVI; y de otro, la cabecera, añadida entre finales del XVII y principios del XVIII. Presenta una sola nave cubierta a dos aguas y óculo y puerta adintelada en la fachada principal. Ha sido restaurada recientemente.
El actual templo, consagrado a la veneración de la Virgen del Campo, fue construido en 1.957, anexo a un manantial emblemático, La Fuente de La Ermita, desde hace más de 400 años.
El culto a Santa María del Campo y la peregrinación a su ermita, está documentado en viejos legados que se conservan en Torres, un codicilo de más de veinte páginas, fechado el día 29 de Marzo de 1615 por el escribano de el Rey, público y de número del ayuntamiento de la villa de Torres, Alonso Rodríguez de Lopez García, siendo testigos el licenciado Pedro Serrano (cura) y Francisco de Liñán; Juan de Avilés (el otorgante) dice: "ytem mando que de mi hacienda se saquen once ducados y que se den a censo y del redito dellos se digan diez misas cantadas las cuales diga el cura que es o fuere desta villa a nuestra señora del campo de el oficio de su festividades diez dias antes de la pascua de el espiritu santo ques cuando se va a su hermita y se le hace fiesta (...) Yten mando a la yglesia mayor de esta villa cuatro reales y a cada una de las hermitas medio real e a la redención de cautivos un real y al hospital otro real y los once ducados que se cobren a pedro de liñan y cedidos a nuestra señora del campo y quiero que los cobre al mayordomo para acerle un manteguelo esta es mi voluntad".
ADR Sierra de Segura.



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